Nací en Venezuela y vivo en Londres, aunque a veces siento que habito en los bordes: entre lugares, lenguas y recuerdos.

Mi práctica se mueve entre la pintura, el collage, el grabado y el cine documental. Trabajo con la materia como quien explora la memoria —
esa frontera difusa donde lo vivido y lo imaginado se confunden.

Me interesa la forma en que el tiempo deja huellas,
cómo una imagen puede contener la ausencia de algo,
o transformarse en territorio para volver a mirar.

Cada obra es un intento de reconciliar lo íntimo con lo colectivo, de entender cómo la identidad se fragmenta y se reconstruye en un mundo en constante desplazamiento.

No busco representar, sino revelar.

El arte, para mí, es una forma de escuchar lo que insiste en permanecer.